La tortuga laúd es uno de los vertebrados más grandes y notables que habitan en los océanos del mundo. Localmente conocida como tortuga laúd, de canal, de cuero, tinglado, tinglar, galápago, machincuepo, siete filos, baúla, tora, de pellejo, Garapacho entre otros. Es el único miembro de la familia Dermochelyidae, cuya existencia se remonta a más de 100 millones de años. Es la tortuga más grande del mundo, su concha alcanza más de 2 m de longitud y su peso corporal puede llegar hasta 800 kg en promedio. Sus hábitos son más pelágicos que la de cualquier otra especie de tortuga, y se alimenta de las abundantes medusas y otros organismos gelatinosos del megaplancton asociados con la capa de difusión profunda mar adentro. Su gran tamaño les proporciona una considerable inercia térmica que evita que se enfríen excesivamente o se sobrecalienten. Esta termorregulación, parecida a la de los organismos endotérmicos y conocida como “gigantotermia”, permite a las tortugas laudes acceder a recursos alimenticios de aguas frías que resultan inaccesibles para otras especies de tortugas.