Dentro del ecoturismo una de las actividades especializadas con más afluencia turística a nivel mundial es el aviturismo, se estima que de las personas que realizan la observación de vida silvestre en general, la mayoría son observadores de aves (Cantú, 2011)

La mayor parte de la derrama por observación de aves proviene de turistas extranjeros, principalmente estadounidenses. En los EUA existen 82 millones de personas que realizan la observación de aves. Se estima que 9.8 millones de estos observadores de aves potencialmente viajaría fuera de su país para ver aves y la cercanía de México y su megadiversidad lo hacen especialmente atractivo. La observación de aves en los EUA dejó en el 2006 una derrama económica de $35,700 millones de dólares; mientras que en 1999 la actividad de observación de aves dejó $410 millones de dólares en Costa Rica y en el 2000 dejó $280 millones de dólares canadienses en Canadá (Cantú et al, 2011).

La observación de aves en México como una actividad turística es un fenómeno relativamente reciente. La publicación de las primeras guías para la identificación de aves de México a mediados de 50´s, detonó el interés por parte de extranjeros y mexicanos de realizar observación de las aves en su medio ambiente natural. Pero no fue sino hasta finales de la década de los 60´s que se llevaron a cabo los primeros tour en el país (Gómez de Silva et al 2010).

Las aves en México son un grupo particularmente importante ya que nuestro país ocupa el 8vo. lugar mundial con un aproximado de 1,109 especies registradas (11% de las aves del mundo), pues se presenta una mezcla de avifauna de origen neártico y neotropical, así como un número importante de endemismos (más de 100 del total de especies mexicanas, lo que equivale a un 10% aproximado). El aprovechamiento de las aves en nuestro país ocurre de muchas formas, como la captura y la observación (aviturismo). 

Bajo las distintas interpretaciones del concepto de sustentabilidad, el aprovechamiento de aves se realiza en nuestro país como aprovechamiento extractivo y de subsistencia, que implica la captura y venta de las aves (también existe la cacería), y el aprovechamiento no extractivo que implica el ecoturismo y/o turismo de naturaleza de observación de aves. La derrama anual en el 2006 por la captura de aves fue de $442 mil dólares mientras que se calcula que la observación de aves dejó por lo menos $23.9 millones de dólares. Aun cuando la actividad de observación de aves en México es incipiente, ya vale 54 veces más que la captura (Cantú et al, 2011).

A pesar de estas alentadoras cifras, México aún no ha aprovechado el enorme mercado de observación de aves, sin embargo si se enfoca el esfuerzo para atraer este ecoturismo de naturaleza, se alcanzarían rápidamente beneficios económicos muy altos para los sectores turísticos y rurales, así como beneficios para la conservación de las aves y sus ecosistemas.

No es de extrañar entonces que en la actualidad y con excepción por lo contemplado por la Ley General de Vida Silvestre, no exista regulación específica para esta actividad, aunque existen esfuerzos por diversas asociaciones y grupos  a través de la publicación de códigos de ética y buenas prácticas de observadores de aves para asegurar un buen desempeño de la actividad, el vacío legal pone en estado de alerta al aviturismo y se vuelve un foco de alerta, ya que de realizarse la actividad sin Normas específicas, se corre el riesgo de que se convierta un impacto en las poblaciones de aves y los hábitats a los que va dirigida.

Los Esfuerzos de aviturismo en El Golfo de California

En el Golfo de California se han reportado alrededor de 300 especies por lo que  CONABIO (2000) identifica 24 Áreas de Importancia para la Conservación de Aves, aunado a lo anterior cada estado cuenta con su propia riqueza de avifauna, tan solo en Baja California Sur se han registrado 423 especies de aves de las 1,109 que existen registradas en México, es decir cerca del 40% del total de las especies observables en el país (Howell et al1995) utiliza la porción sur de la península. Además en el estado se encuentran cuatro especies endémicas: la Mascarita Peninsular (Geothlypis beldingi), el Cuitlacoche Peninsular (Toxostoma cinereum), el Colibrí de Xantus (Hylocharis xantusii) y la Gaviota de Patas Amarillas (Larus livens), especies particularmente llamativas para los ecoturistas (Erickson & Howell 2001).

A pesar de contar con una riqueza única y una ubicación que vuelve sumamente atractivo al  Golfo de California para los amantes de la observación de aves, no existen empresas locales dedicadas al aviturismo, si bien existen guías expertos que ofrecen sus servicios particulares, el impacto económico es exclusivo para quién ofrece la actividad y no hay beneficios a los hábitats o para alguna especie.

Si bien los proyectos ecoturísticos dirigidos a la observación de aves son insipientes en el GdC, destacan los esfuerzos de algunas entidades por apuntalar la actividad.

Los Cabos, BCS

Con la finalidad de promover la observación de la fauna local y en aras de impulsar el conocimiento de la abundante diversidad de la fauna de México y la economía local, el H. Ayuntamiento de Los Cabos a través de su Programa para Protección de Tortugas Marinas, Defenders of Wildlife y Teyeliz, AC, han publicado una serie de guías rápidas entre las que destacan: Guía rápida de Cetáceos de Baja California Sur; Guía rápida de Aves de Los Cabos, BCS y la Guía rápida de Tortugas Marinas de México. 

Si bien el Programa para Protección de la Tortuga Marina inició enfocado a quelonios, desde sus inicios de manera paralela realiza la protección de colonias de anidación del gallito marino (Sterunula antillarum), característica ave marina, que anida en las costas. Lo anterior con el apoyo de la comunidad, involucrando investigadores, hoteles y a la sociedad para realizar los trabajos encaminados a la conservación del ave.

Buscando fortalecer las acciones encaminadas al Aviturismo el Programa Municipal de Protección a la Tortuga Marina en coordinación con Sonora Joint Venture– Conservación Binacional de Aves y con el apoyo de la Organización SyCOMA, desde el año 2016 llevan a cabo Talleres para el Desarrollo y Capacitación de Guías de Aviturismo, a la fecha se ha logrado la certificación en Nivel 1 de 42 que aseguran buenos estándares de manejo para la observación de aves.

Buscando contar con la infraestructura adecuada con el apoyo de SEMARNAT y CONANP a través del Programa de Empleo Temporal en  los años 2005 y 2006 se construyeron las primeras torres para observación de aves en la Península de Baja California, siendo instaladas cuatro torres en la reserva del Estero San José del Cabo, Área Natural Estatal reconocida como sitio Ramsar (humedal de importancia internacional) y como Área de Importancia para la Conservación de las Aves a nivel nacional (AICA), y a nivel internacional (IBA, Important Bird Area). Así mismo se instalaron dos más en la Delegación de Santiago (zona rural) con la finalidad de crear nuevos atractivos y diversificar las actividades económicas.

De esta forma se ofrece la profesionalización y la infraestructura necesarias para que la observación de aves se convierta en un importante atractivo para miles de visitantes que arriban anualmente a la entidad y se suma a las acciones de consolidación de la entidad como destino en turismo de aventura y naturaleza. De esta manera se impulsa la fortaleza de la industria turística y se aprovecha, con respeto y resguardo, la amplia riqueza natural y la biodiversidad con la que cuenta el Municipio de Los Cabos. La meta es apuntalar al municipio como destino sostenible del Aviturismo, lo que representa más turistas, recursos, mercado, ingresos para el desarrollo regional y recursos significativos para la conservación, investigación científica y protección ambiental y de la biodiversidad.

Hoy Los Cabos, ofrece un nuevo atractivo, VEN Y PAJAREA EN LOS CABOS

https://studylib.es/doc/4687155/common-birds-aves-comunes

 ATENTAMENTE

Dra. Graciela Tiburcio Pintos